APUNTES PARA EMPRESAS – DICIEMBRE 2021

A nuestros lectores: les queremos agradecer por acompañarnos todo el año a través de la lectura de nuestros Apuntes. Nos estimula a seguir escribiendo mes a mes. Les deseamos que el 2022 les permita dar pelea por sus sueños y proyectos, sean cuales fueren, sin darse por vencidos.

TODOS LOS DÍAS PIENSO

«Todos los días pienso si la Capital no tendría que estar en un lugar distinto” dijo el presidente Fernández. La parte más llamativa de esta frase es cuando dice… ”todos los días”. Porque ideas o pensamientos fuera de la caja todos tenemos cada tanto. Pero al decir todos los días, caben dos posibilidades: 1- realmente ocupa mucho de su pensamiento diario en eso, lo que explicaría que muchos otros temas sean postergados 2- no es cierto que lo piensa todos los días. Como sea, lo más probable es que esta idea no prospere. En paralelo, en las empresas agropecuarias sí podemos enumerar varios pensamientos o preguntas que se dan “ todos los días”. Tales como:

¿Lloverá? ¿cuándo deja de llover? ¿vendo o no vendo? ¿compro o no compro? ¿invierto o espero? ¿si invierto, en qué? ¿qué pasará con el alto valor de los insumos? ¿qué evolución tendrán los precios de lo que vendo? ¿subirá el costo de los arrendamientos? ¿tomo crédito? ¿en pesos o en dólares? ¿cuándo van a devaluar? ¿subirán impuestos y pondrán más trabas al comercio? ¿siembro trigo o cebada, soja o maíz? ¿suplemento más o hago un planteo más pastoril? ¿contrato más personas o espero? ¿dónde imagino mi empresa en los próximos años? 

En general son pensamientos necesarios para tomar decisiones. Preguntas de cuya respuesta depende la rentabilidad futura de los negocios y la sustentabilidad de la empresa. No se dicen en voz alta ni para una tribuna. Son dos mundos diferentes, paralelos. Al decir de Pablo Hary, alma mater de los grupos CREA, estos pensamientos empresarios deben realizarse  ”con los pies en la tierra pero no en el barro, con la mirada en el cielo pero no en la luna”. Don Pablo, siempre vigente, parecería que también le habla hoy a nuestros gobernantes.

EN QUÉ ANDAN LAS EMPRESAS AGRÍCOLAS

Momento de contradicciones. Ah pero el clima diría Martín Tetaz. Si hay algo que aparece como bienvenido siempre, son las lluvias. Sobre todo, cuando pintaba para un año seco, un pronóstico Niña. La contradicción es que ahora sobran lluvias en regiones que necesitan cosechar trigo y falta en regiones donde la siembra gruesa se está atrasando. En los próximos días se irá acomodando seguramente. Muchas empresas cerrando balance a fin de año y ocupando parte del tiempo en anticipar movimientos. Es una época donde los agricultores cosechan la fina, siembran los cultivos de segunda y hacen control de la gruesa ya sembrada. Mucha actividad dedicada a la estrategia de captura de precio de venta de los granos. Luego de un año con mucha compra adelantada de insumos para canalizar excedentes temporales de pesos, llegó el momento de la sintonía fina debido a los altos precios. Si bien el escenario está abierto, nos dicen algunos proveedores que recién a partir de marzo/abril podrían verse bajas importantes en precio de agroquímicos y quizás de urea, con el fósforo en valores aún sostenidos. Las relaciones insumo-producto deterioradas en todas las actividades. Si el clima acompaña y los rendimientos a lograr son los promedios históricos, el Excel pronostica todavía un resultado positivo. Ya veremos qué dice la realidad más adelante.

REPERFILANDO, LLEGARON LOS  VOLÚMENES DE EQUILIBRIO

Con la creatividad que caracteriza al gobierno, se acuña el término “Volúmenes de Equilibrio” para poner un cepo a las exportaciones de trigo y maíz. Si bien lo que se hizo fue oficializar lo que se venía acordando entre los exportadores y el gobierno durante los últimos dos años, a través de la Resolución 276/2021 que establece que la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, publicará los volúmenes de equilibrio para cumplimentar la demanda interna, para trigo y maíz. Por lo tanto la Subsecretaría anualmente, o cuando lo desee durante el año, podrá fijar topes de exportación para estos dos granos. Interesante fue la justificación del ministro Julián Dominguez “…para que las ventas al exterior de maíz y trigo no comprometan el abastecimiento interno, se trata de una medida que la misma cadena agroindustrial “considera necesaria”. ¿Habrá considerado a todos los eslabones de la cadena al hacer esta afirmación?.

LA MACRO EN LA MICRO

Los datos positivos son el saldo comercial que sigue arrojando un superávit cercano a los 14 mil millones de dólares (en gran parte aportados por el agro) y el crecimiento del PBI en el orden del 10% respecto al 2020. Es claro que este último indicador tiene un alto componente de “rebote” por la fuerte caída del año pasado, pero vale destacarlo. Mientras, la inflación de noviembre en el 2.5% mensual es festejada por el gobierno como un éxito del control de precios. La inflación anualizada del 51% marca que el país es el cuarto del mundo en un ranking que nadie quiere estar. Y esto con tarifas congeladas (los precios regulados crecieron “sólo” 39% en lo que va del año) y dólar retrasado, lo que encima hace que sea artificial y no sostenible. Con emisión alta y con el Banco Central con pocas reservas y mucha deuda de Leliqs. Una eventual suba de la tasa de interés para que deje de ser negativa en términos reales (algo razonable de esperar), afectaría el costo de lo que paga el BCRA por esa deuda.Todos esperando un acuerdo con el FMI, que no será el mejor acuerdo sino el acuerdo posible. Porque el escenario sin eso se torna aún más impredecible. Dólares escaseando limitan importaciones y endurecen los cepos sobre cepos. Esperando los dólares de las exportaciones de trigo, pero con las exportaciones semi cerradas y con un nuevo esquema de “volúmenes de equilibrio” para trigo y maíz…el país más loco del mundo. Dentro de este escenario, el presupuesto presentado por el Poder Ejecutivo no fue aprobado en el Congreso, mostrando debilidad política y rigidez para negociar. Esta macro complica expectativas y suma incertidumbre empresaria. Seguramente veamos un verano movido.

BAJA DE IMPUESTOS A LA EXPORTACIÓN

Por decreto, se redujeron los derechos de exportación a determinados productos cuyos consumos internos son bajos o nulos. Entre los sectores incluidos en el decreto, se encuentran las semillas de cereales (sorgo, cebada, avena, entre otras), el maíz pisingallo, cebollas y otros tubérculos, flores, pimienta, alimentos balanceados, harina de maíz, almidones, maní blancheado, aceite de maní, hortalizas y lana. Y también eliminó las retenciones a las exportaciones para productos ecológicos y biológicos y bajó las de cereales con certificación orgánica.

https://www.cronista.com/economia-politica/bajaron-las-retenciones-a-productos-de-economias-regionales-y-tambien-a-un-grupo-selecto-de-soja-trigo-y-maiz-cuales-son-los-beneficiados/

EN QUÉ ANDA EL MUNDO

En Estados Unidos, la Reserva Federal (equivalente a nuestro Banco Central) elevaría la tasa de interés en 0,75% en 2022 y otro tanto en 2023. Puede parecer poco, pero la principal consecuencia será un encarecimiento del crédito y una menor inversión en países percibidos como riesgosos. Todo forzado por una inflación en ese país que cerraría cerca del 6% anual en 2021, algo inédito y similar a lo que ocurre en otros países desarrollados. Mientras tanto, la Unión Europea estudia sanciones contra Rusia ante su avance militar en la frontera con Ucrania. Esto, más allá del enorme costo social y económico que toda guerra genera, puede tener además efecto sobre los mercados agrícolas, ya que Ucrania es un importante productor de trigo. En el orden sanitario, el Covid pareciera no terminar y nuevamente aparecen restricciones o pasaportes sanitarios en países europeos y también sudamericanos. En Argentina pareciera no haber margen social para otro encierro prolongado, pero el gobierno parece atraído por la idea de un pase sanitario para asistir a determinados lugares o eventos. De a poco se van levantando las restricciones de acceso en las fronteras con Uruguay y Paraguay, algo que era difícil de entender que aún existiera. En Brasil sigue vigente la necesidad de PCR negativo para poder entrar desde nuestro país, algo que ya es moneda corriente y los viajeros aceptan como inevitable. No hay viento de cola del mundo para nuestro país, y seguramente vuelvan a darse distorsiones en los mercados por el tema sanitario.

NEGOCIO AGRÍCOLA

El Covid definitivamente ha cambiado la lógica en el análisis de los mercados, lo que hace que los valores y las variaciones de precio comiencen a ser de muy difícil pronóstico. La emisión monetaria de casi todos los países, los primeros síntomas de inflación mundial, el aumento de las tasas de interés en EEUU, la revalorización del dólar si esto ocurre, el cambio del “tipo de compra” de los países demandantes de cereales que hace que se trabaje con stock más altos, además de la nueva ola de Covid en Europa. Y si a esto le agregamos el conflicto Rusia – Ucrania, la sequía por la que atraviesa el sur de Brasil y la intervención del Estado local a través de distintos cepos y restricciones a las exportaciones, tenemos un combo muy difícil de predecir.

¿De qué tenemos certeza? Precios y costos altos (si los comparo con otras campañas), tipo de cambio que se retrasó, una buena fina en general  (rindes mayores a los pronosticados) y por segundo año consecutivo un precio en cosecha superior a las coberturas tomadas o al precio de inicio de campaña.

¿Por qué alguien no vendería? Porque está esperando una suba aún mayor de precios, una devaluación, o ambas, o porqué no sabe que hacer con los pesos si vende. La respuesta es realizar coberturas por altos porcentajes de la producción lo más flexibles posibles. Las básicas serían: si vendo, comprar opciones (Call) para capturar posibles subas, si vendo y estoy líquido trabajar con el mercado de dólar futuro para cubrirme de una posible devaluación, o refugiarme en activos si ya no lo hice (insumos, maquinaria, etc.). Si no vendo comprar por lo menos Puts para cubrir una posible baja, ya que el riesgo a la devaluación estaría dentro de la cobertura. Lo que no parece recomendable es no hacer nada, aunque hasta el momento haya salido bien.

INNOVACIÓN SEGÚN PERFIL DE EMPRESA

Hay distintas clasificaciones para definir el perfil de una empresa. ¿Qué tipo de empresa tengo o en qué empresa trabajo? ¿Prusiana, burocrática o innovadora? Además, muchas empresas agropecuarias son familiares. ¿Por qué una empresa que surge con una innovación termina siendo burocrática o Prusiana? En este artículo de Xavier Ferrás podemos encontrar algunas características y descripciones de este tipo de empresas que nos parece interesante compartir.

https://xavierferras.com/2021/12/empresas-prusianas/

NEGOCIO GANADERO

El mundo quiere carne vacuna. Argentina tiene. Argentina necesita dólares. En el mundo hay. El stock mundial ganadero está estancado y la demanda de los consumidores sube. Esto da un marco de precios sostenidos. Argentina también tiene un stock que no crece, en parte por características propias del negocio del agro pero en gran parte por políticas que desincentivan el crecimiento. Conclusión: hay una buena oportunidad pero es ahora, porque los mercados cambian y las buenas noticias no suelen durar demasiado. En este contexto se relajaron las restricciones a la exportación de carne y formalmente sólo quedaron vedados para exportar siete cortes (asado, tapa de asado, vacío, matambre, falda, paleta y nalga). Decimos formalmente porque ante la vocación intervencionista demostrada (y las contradicciones discursivas entre funcionarios) siempre queda la sospecha. Nuestro país ocupa el quinto lugar entre los países exportadores (ranking que lidera cómodamente Brasil). Los destinos principales están en China, Israel y Unión Europea entre otros. Ya han hecho daño nuevamente al negocio con las intervenciones, esperemos que por un tiempo dejen de hacerlo y que la exportación impulse los precios. El mercado interno con un consumo de carne vacuna en los 47 kilos por habitante por año, pero con un consumo total de proteína animal de unos 110 kilos (pollo 45 kg y cerdo 18 kg aproximadamente). Es poco esperable que los consumidores argentinos puedan traccionar una recuperación relevante de precios, y si la carne en mostrador sigue subiendo por arriba de los salarios, el consumo seguirá cayendo. ¿Esto volverá a hacer sonar las alarmas de los funcionarios que consideran a la carne un bien cultural?. Quien sabe. Mientras, el novillo gordo se ubica en el orden de los 230 a 240 $/kilo y el ternero rondando los 320 $/kilo (muy variable según peso). Negocio de la cría y recría con números positivos y negocio de engorde a corral sigue para atrás. 

NEGOCIO LECHERO 

El precio promedio Siglea de noviembre pagado al productor lechero fue de 33,70  $/litro (486,41 $/kilo de sólido). Representa un aumento  del 1,2% respecto a octubre, muy por debajo de  la suba de costos. Si bien respecto a doce meses atrás representa un 65% de aumento, mes a mes este aumento se va licuando.  Medido en dólares, la caída del precio en el mes fue de casi el 4,5%. Todo esto se refleja en una erosión creciente  de la rentabilidad. La respuesta de los tamberos en lo que va del año ha sido aumentar la producción un 4%, lo mismo que Uruguay, los dos países de mayor aumento entre los países productores. La exportación en los primeros nueves meses de año marca una suba interanual del 2.9% expresado en equivalente litros de leche y del 18,2% medido en dólares, una locomotora que se lleva el 24% de la leche producida. Con la leche en polvo y los quesos representando el 70% de lo exportado. El consumo interno, que es el mayor destino comercial, no repunta debido a la pérdida de poder adquisitivo del salario, teniendo como referencia que la canasta de productos lácteos subió entre el 60% y el 65% de noviembre a noviembre, por encima de la inflación y del aumento de salarios. Esto le pone indirectamente un techo al precio que puede recibir el productor. El precio de los insumos (productos veterinarios, agroquímicos y suplementos) han hecho crecer los costos, lo que obliga a extremar todo lo relacionado a un uso eficiente de los factores de producción. El tambo es una actividad que requiere alta dedicación, mucho conocimiento aplicado y suficiente escala, todos anticuerpos necesarios para resistir un entorno complejo. Dentro de esta complejidad se resalta la frase siempre cierta que dice que “el tambo produce con costos en dólares, pero vende su leche en pesos”. Esto por ahora no parece que vaya a cambiar.