APUNTES PARA EMPRESAS – JUNIO 2022

“El único verdadero fracaso es aquel del que no aprendemos nada» – Henry Ford

LA ARGENTINA PÍRRICA

Se dice que una victoria es pírrica cuando ocasiona grave daño al vencedor y casi equivale a una derrota. Deriva de Pirros, que fue rey de una región de la antigua Grecia que consiguió victorias en batallas en las que su ejército sufrió graves pérdidas. Quizás esta imagen ayude a explicar por qué estamos como estamos. Hemos visto en estos años que cualquiera sea la ideología o el color político, cada parte desea imponer su “modelo” de país (económico o ideológico), cualquiera sea el costo, y casi siempre con un rédito económico individual, sectorial o partidario. En parte esto es lo que nos ha llevado a estar como estamos. No solo se ve a nivel país, también se observa en clubes sociales, consorcios, cooperativas escolares y hasta en algunas empresas.

¿Qué es lo que nos hace creer que las ideas, personas o modelos que fracasan o fracasaron son la solución? ¿Acaso a la mayoría del país no le interesa realmente no volver a fracasar, seguir hundiéndonos como Nación? ¿O solamente aceptamos imponernos y ganar como sea, a costa de la educación, de la pobreza, de la resignación de perder en forma sistemática y permanente valores económicos y sociales que antes la Argentina poseía? Hay políticos, sindicalistas, líderes de movimientos sociales y funcionarios que defienden con fiereza sus propios intereses sin importarles el resto, aunque su relato pretende mostrar que no es así.

Dentro de este marco, la Argentina también muestra “cápsulas” o sectores exitosos y donde se ha logrado romper con este paradigma que parece dominar la escena. El sector agropecuario es uno de ellos, ya que a pesar de todo evoluciona y perfora en forma permanente récords de eficiencia y productividad. También hay pueblos y ciudades del interior del país donde no existe o es muy baja la desocupación. Hay escuelas que participan en competencias internacionales y logran premios. Y empresas que son “faros” internacionales como Mercado Libre, Don Mario o Arcor (entre otras). Son estos ejemplos los que mantienen la esperanza de que un mejor país es posible.

Los argentinos, todos, debemos salir de esa espiral “pírrica” en la cual estamos hace años y que nos ha traído hasta acá. Debemos tomar conciencia, más allá de que nos guste más o menos, que con los índices de pobreza, indigencia y desocupación que tenemos, cada uno de nosotros tiene cerca otra persona a la que de una u otra manera debemos ayudar, preocuparnos para que evolucione, preocuparnos porque mañana esté un poco mejor. Actualmente por cada persona que está por encima de la línea de indigencia o pobreza existe una persona que está por debajo. Un doloroso uno a uno.

¿Cómo seguir? Para comenzar no tercerizar o intelectualizar el fracaso. Es claro que la dirigencia es una gran responsable. Pero ya no importa de quién es la culpa o si estamos en tal o cual interpretación política del problema. Hay que entender y asumir que lo hecho hasta acá por cada uno de nosotros no alcanzó. Entendemos que es difícil asumir esta premisa. Pero aquellas personas o empresas que puedan deberán invertir más, generar más trabajo, agregar más valor, arriesgar más, dedicar más tiempo y participar con  dinero en algunos estamentos de la sociedad (fundaciones, cooperativas, organizaciones políticas, etc.). Por supuesto que esto no excluye exigir al gobierno de turno mayor decencia, compromiso y profesionalismo en el ejercicio de sus funciones. Exigirles verdadero patriotismo y hacerles entender que su compromiso es con el país y no con su jefe o jefa política de turno.

El agro es y será protagonista de la Argentina en los próximos años, y no sólo a través de lo que mejor hace que es producir. El desafío es enorme, pero, si funciona, el premio será infinito.

UNA DE CAL Y UNA DE ARENA

Esta vieja y popular frase presenta en forma resumida las buenas (arena) y las malas (cal) que ocurren en determinadas situaciones o contextos. Estar en el negocio agropecuario (o en algún eslabón de la cadena agroalimentaria) no escapa a esta norma. Veamos algunos ejemplos y cada uno sabrá ubicar de qué lado caen.

  • Los precios altos de los granos favorecen la rentabilidad agrícola, aumentan las exportaciones y permiten expandir la superficie sembrada. Estos altos precios a su vez complican a las producciones que usan los granos como insumo (feed lot, cerdos, pollos, leche).
  • Precio de los insumos estables o bajando (como la urea que pasó de 1300 a 900 u$s/ton) aunque los costos para sembrar una hectárea han aumentado entre 30% y 50% respecto a la campaña anterior.
  • Negocio ganadero desenvolviéndose con fluidez, pero con exportaciones intervenidas y un consumo interno que se sigue deteriorando.
  • Negocio lechero recomponiendo algo de precio y rentabilidad, pero compitiendo muy fuerte con los alquileres agrícolas y entrando a la etapa del año de menor producción.
  • Arrendamiento de campos que han aumentado un 10% en promedio, complicando al que siembra o produce y favoreciendo este año al dueño de la tierra.
  • Falta gasoil en todas las provincias y en muchos casos hay que pagar un precio cercano a los 300 $/litro, complicando las tareas agrícolas, obligando a los camiones a hacer largas colas para cargar y hasta dificultando la movilidad de las camionetas. La de arena es que se aumenta el corte con biocombustibles en forma temporaria (¿sólo temporaria?) favoreciendo a una industria que había sido injustamente perjudicada.
  • Entorno macroeconómico en franco deterioro, con inflación creciente, atraso cambiario y amenaza de suba de impuestos que condicionan la toma de decisiones y demoran o anulan procesos de inversión posibles. Si se quiere rescatar algo de esto, hay una alta capacidad de adaptación de los productores y las empresas de servicios a entornos cambiantes y poco amigables. 

La lista puede seguir y los invitamos a hacerlo. Pero el objetivo es mostrar una vez más que las lecturas lineales como respuesta al cambio de alguna variable, suelen ser incompletas. La realidad es compleja. Respeto infinito a los que se mueven en este tipo de entorno, arriesgando su capital, generando empleo y sorteando dificultades.

BUENAS NOTICIAS

Además de las de cal y arena mencionadas, queremos resaltar algunas noticias que consideramos positivas.

  • Córdoba construirá durante el año veinte plantas de autoconsumo de biodiesel.
  • Se aumenta el corte de biodiesel del 5% al 7,5% para las pequeñas y medianas empresas de combustible. La medida es transitoria por 60 días.
  • En una encuesta encargada por la Asociación Brasileña de las Industrias de Galletas, Pastas y Pan & Pasteles Industrializados (Abimapi) y sobre 3135 casos, más del 70% de los consumidores consumen alimentos transgénicos o los consumirían sin ningún problema, lo cual es una buena noticia para el trigo HB4.
  • Rizobacter ampliará su planta de productos biotecnológicos, aumentando su capacidad instalada en un 38%
  • Récord en ventas de maquinaria agrícola: un informe de la Fundación Mediterránea indicó que se vendieron en promedio 337 máquinas por semana en el primer trimestre del año, siendo el mejor registro de en los últimos 13 años.

LA MACRO EN LA MICRO

Inflación anual esperada del 75% al 80% parece hoy el mejor escenario posible. El presupuesto presentado por el ministro Guzmán (por decreto) proyecta crecimiento del 4% del PBI, pero en gran parte es rebote de 2021 (técnicamente arrastre estadístico), o sea que en términos de crecimiento del país, este año será cercano a cero. Con un Banco Central al que se le escurren las divisas a pesar del enorme crecimiento de las exportaciones del agro, compensadas por un crecimiento aún mayor liderado por las importaciones (en particular las de energía y combustibles). Rumores fuertes sobre que “algo tiene que pasar” (dado que faltan más de 16 meses para un futuro cambio de gobierno) alientan expectativas de devaluación, de mayores cepos, de más restricciones a la economía. Quizás son expectativas equivocadas, pero en las empresas generan a veces parálisis por exceso de cautela o bien aceleran decisiones sólo por motivos defensivos. Por ejemplo, comprar más insumos de los necesarios como una forma de “comprar algo en dólares”, o dejar de vender esperando una modificación del tipo de cambio o por no saber qué destino puntual darle a un excedente temporal de pesos. Y también surge un fuerte interés en hacer inversiones si surgen créditos a tasas de interés muy por debajo de la inflación, lo cual es bueno para algunas empresas pero a mediano plazo para el país y el sistema financiero es sólo parte de la ficción que generan las medidas macro en entornos de inflación desbocada. Y las ficciones distorsionan la realidad. Eso lleva a mayor intervención de precios en una primera etapa y a un fuerte desabastecimiento o aparición de mercados paralelos a continuación. No hay que ser economista para decir esto. Basta con haber vivido en Argentina varios años.

NEGOCIO AGRÍCOLA

Terminando la cosecha gruesa y la campaña en la mayoría de las empresas. La sequía y la helada temprana disminuyeron los rendimientos esperados, dependiendo de las zonas, y estas mermas físicas han sido compensadas por el aumento de precios. La siembra de la fina (trigo-cebada) avanza y la falta de agua genera dudas sobre el total de hectáreas que finalmente podrán sembrarse, sobre todo en Córdoba, Santa Fé y La Pampa. Los insumos muestran algunas bajas en sus precios y no hay expectativas de faltantes por el momento salvo casos puntuales. La urea con una importante disminución de precio ayudaría a mantener los planteos técnicos en su máxima expresión. En cuanto a los precios de los granos, se mantiene la volatilidad marcada por el clima en EEUU, el conflicto bélico en Ucrania y además se agrega ahora el aumento de tasas de interés por parte de la FED (para de alguna manera controlar la inflación americana). Esto último  sin duda afectará en forma negativa el precio de los granos. La pregunta es quién gana la pulseada en el mediano plazo: el clima, los stock ajustados, la merma de producción en Ucrania y la discrecionalidad de sus exportaciones, o la FED? El productor posee dos preocupaciones marcadas además de la “clásica” referente al clima. Por un lado, puertas adentro, las acciones del Gobierno, a las que las declaraciones del presidente Fernández respecto a reflotar la idea de una empresa o ente estatal que ayude a regular precios no ayuda. Y, puertas afuera, la evolución de los precios internacionales es de muy difícil pronóstico. 

En cuanto al disponible, se deben conjugar cuatro variables para tomar la decisión de vender: 1- el precio, que es bueno, 2- la expectativa de devaluación, 3- la posibilidad de una mayor intervención estatal (retenciones, fideicomisos etc.) y 4- qué hacer con el dinero. Lo mencionado hace más compleja la toma de decisiones del día a día. 

NEGOCIO GANADERO

El precio del gordo del último mes ha quedado en valores nominales similares, lo cual implica una caída en términos reales. Lo mismo ocurrió con el precio del ternero, aunque hemos visto algunas operaciones rondando los 400 $/kilo con pesos menores a los 180 kilos/cabeza. Los vientres preñados con valores dispares, entre los $100.000 y los $150.000, mostrando firmeza e interés. También existe una demanda creciente por terneras de calidad y por vacas vacías al tacto (valen entre $80000 y $90000) de compradores que quieren darles servicio natural o por inseminación en el invierno, buscando un negocio de corto plazo. Los precios de la carne al consumidor acompañan a la inflación, con un consumo por habitante por año estancado cerca de los 47 kilos. La exportación está activa y con buenos precios, pero la intervención y las restricciones están provocando que este año los envíos al exterior sean inferiores a los del año anterior. Recomendamos la lectura de la nota publicada por Victor Tonelli sobre este tema: https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/ganaderia/liberen-las-vacas-c-nid20062022/

En sistemas de base pastoril de cría y recría, la falta de lluvia y la gran cantidad de heladas en varias zonas han reducido la oferta forrajera, obligando a mayor suplementación o ajustes de carga. En los corrales hay mucha hacienda a pesar de que el costo del alimento no baja y que la relación compra/venta no es demasiado atractiva. Como dijimos en nuestro último Apuntes, el negocio de engorde tiene un alto componente de expectativas y de sacar los pesos del circuito y “seguir en carne” hasta que se aclare el panorama. El tiempo dirá si estas decisiones fueron correctas.

NEGOCIO LECHERO 

En el último mes el precio de la leche Siglea fue de 45,52 $/litro (616,33 $/kilo de sólido). Representa un aumento del 4,9% respecto a mayo y casi un 53% anual. En tambos de alta calidad o volumen hubo precios entre 5% y 7% superiores a los mencionados. Si bien esta suba de precios ha ayudado a “salir del pozo” generado por los altos costos (granos, fertilizantes, insumos, labores, arrendamientos), la inflación creciente es como el cuzco que te muerde los talones, parece que es sólo molestia pero a la larga (o no tan larga) te lastima. Se está entrando en la época del año donde la producción suele ser menor, sobre todo en sistemas de base pastoril. Esto implica que es de esperar que el precio continúe mostrando mejoras en los próximos meses para evitar caída de tambos chicos o de menor eficiencia. El aumento en el valor de los arrendamientos resultan una competencia directa o indirecta al negocio del tambo. Ya sea porque genera un aumento de costos reales en aquellos que arriendan campo para producir o bien como tentación para reducir vacas (o salir del todo) ante la posibilidad de generar caja de manera más sencilla y con menor riesgo. A nivel país, la producción en litros muestra un leve aumento en lo que va de este año respecto al 2021. El consumo interno no mejora en cantidad, ya que los precios al mostrador se pelean con la caída de la capacidad de compra del salario. El mercado de exportación se mantiene representando el 29% del total producido en el país, con precios internacionales que si bien han caído un poco siguen en el orden de los 4000 u$s por tonelada de leche en polvo. El principal producto exportado es la leche en polvo entera, pero los quesos y productos más elaborados son cerca del 45% del total vendido a otros países. En la micro, vale mencionar el fuerte deterioro de muchos caminos rurales que complican y aumentan costos e ineficiencias, recordando que la leche de los tambos debe ser retirada diariamente, sin importar el clima. Dato mata relato.