APUNTES PARA EMPRESAS – FEBRERO 2023

Hay una cortina de humo detrás de cada programa de gobierno. —  Milton Friedman

HUMO 

En este verano, climáticamente complejo, se desataron varios incendios en la Patagonia, en Corrientes y en Sierra de la Ventana entre otros. Con esfuerzo, dedicación y alguna lluvia se pudieron apagar, no sin antes dejar daños económicos y ambientales. El humo de esos incendios fue grande, pero inferior al humo del relato. Por ejemplo el que pretende instalar la idea de que la economía está estabilizada, que la inflación está bajando y que después de China somos el país que más ha crecido. No es ficción, son todos argumentos esgrimidos por figuras relevantes del gobierno que pareciera que se mueven por sensaciones. O simplemente que mienten sin ponerse colorados. Cuando sople un viento fresco y el humo se disipe (en algún momento debería ocurrir) se podrán ver con más claridad las imágenes del naufragio: inflación del 100%, brecha cambiaria del 100%, crecimiento nulo, pobreza del 45%, reservas líquidas del Banco Central casi en cero, déficit fiscal de casi el 4%, empleo privado de calidad disminuyendo, bajo rendimiento escolar en pruebas educativas. Y podríamos seguir. Sin embargo, los que gobiernan asumen que el humo de sus acciones y sus palabras pueden tapar esto en forma permanente. Y al ser este un año electoral veremos maniobras y relatos de todo tipo, con recursos asignados por la política a no perder o a perder lo menos posible. Puede ser (otro) año bisagra para la Argentina. Ojalá lo sea para bien y podamos enfrentar un 2024 sin humo, mirando la realidad, asumiendo con convicción y valentía lo que somos como país, con nuestras enormes fallas pero también con nuestro potencial. Aunque muchas veces nos dicen que gobernar un país no es comparable con administrar una empresa, seguimos convencidos que si en el sector privado el que manda o el que gerencia es percibido como un “vende humo”, su vida en la empresa será bien corta. Y su reinserción laboral posterior, bien dificultosa. Quizás sea cierto que política y sector privado son diferentes, porque mucho político humeante a veces es reelecto. Se ve que como ciudadanos todavía nos falta desarrollo del olfato o memoria suficiente

EL CLIMA, GRAN DEFINIDOR DE LO QUE VIENE

La sequía sigue siendo el gran condicionante de la campaña. Ya tuvo su impacto en la producción de fina (trigo y cebada),  y ahora, sumado a las heladas de esta semana, está teniendo gran impacto en la producción de gruesa (maíz, soja, girasol) del país. Además del impacto sobre la producción de forraje que afectó a planteos ganaderos y lecheros. Y todavía el partido no terminó. Existen distintas estimaciones del impacto económico y productivo. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario estima pérdidas importantes (81.000 ha de maíz tardío ya se perdieron y el 60% de la soja de primera está de regular a mala)  para la zona núcleo, una de las más afectadas. https://www.bcr.com.ar/es/mercados/gea/seguimiento-de-cultivos/informe-semanal-zona-nucleo/se-perdio-el-7-del-maiz-tardio-y

A nivel país, las estimaciones más optimistas indican que ingresarán entre 10 mil y 15 millones de dólares menos en concepto de exportaciones y una caída en la recaudación de impuestos no menor a los 6000 millones de dólares. Y eso solo como efecto primario, sin considerar el impacto secundario en la cadena (fletes, hectáreas cosechadas, repuestos, servicios, etc.). Un desastre. Volvemos a insistir que no hay dimensión real del impacto de esta sequía. Y, como dijimos, agravado por las heladas en ciertas zonas del país. La producción de la campaña sigue con final abierto, y bajando.

Con una pérdida tan significativa de la producción, existe la preocupación acerca del cumplimiento de los compromisos asumidos (ventas anticipadas, canje por insumos,  cumplimientos financieros, etc.). Sin lugar a dudas el productor y la cadena agroindustrial perderán una buena parte de la liquidez generada en campañas anteriores y que podía visualizarse en posicionamientos temprano de insumos, compra o renovación de maquinaria y disminución del apalancamiento financiero. La pregunta para lo que viene es: hasta donde es pérdida de excedentes y hasta donde quebranto? La respuesta depende de la zona y el respectivo impacto de la sequía y las heladas. Es lógico suponer que aumentará en la campaña 2023/2024 la necesidad de crédito comercial y bancario para afrontar la campaña.

LA MACRO EN LA MICRO

La inflación del 6% mensual con proyección del 100% anual y los pocos dólares del Banco Central para mantener en marcha la economía, sumado a la falta de expectativas respecto a lo que pueda hacer el gobierno para corregirlo,  genera conductas defensivas en las personas y en las empresas. Por ejemplo, tratar de no desprenderse de mercadería salvo que sea necesario, adelantar compras si hay liquidez, aprovechar créditos a tasas negativas si aparecen pero no tomar créditos caros para invertir, desprenderse rápido de los pesos antes que se erosionen comprando bienes que disminuyan la pérdida. Estas y otras acciones demuestran con claridad que lo que ocurre en la macroeconomía siempre le termina llegando a la micro, a las empresas, a las personas. No es un problema de otros. Mucha energía puesta en el “sólo por hoy” y poco tiempo dedicado a repensar los negocios y las ineficiencias de las empresas, sin duda lo que generan es una menor competitividad global. Lo importante parece ser sobrevivir como sea. Y a su vez, los políticos y parte de la ciudadanía está aprendiendo “por las malas” el impacto que tiene la microeconomía en la macro. El mejor ejemplo es lo que ocurrirá con la menor producción del agro debido a problemas climáticos, que repercuten directamente en las reservas, en la recaudación y en la inflación. Macro y micro, un camino de dos sentidos.

BOMBA ARMADA

Parte de la oposición al gobierno sacó un comunicado alertando sobre maniobras financieras que está realizando el ministerio de Economía para “estirar la mecha” hasta las elecciones y dejar la crisis para el próximo gobierno, sea del signo que sea. La tan mentada bomba y el debate bélico sobre a quién le va a explotar. Si bien nuestros lectores saben nuestra posición respecto a que “esto ya explotó” (ver el inicio de este informe acerca del humo) en nuestro país estamos tan acostumbrados a las crisis que el concepto de explosión, para ser definido como tal, parecería que debe ser todavía peor. Sin entrar a discutir el debate que plantea la oposición, lo cierto es que el ministro está pateando varios problemas hacia adelante para poder hacer caja, no caer en default y llegar a octubre con el menor daño político posible. Veamos algunos puntos altamente probables de ocurrencia.

  • No autorizar demasiadas importaciones de insumos en el primer semestre, para no perder dólares que no tiene (ya hay empresas en el límite de funcionamiento por este tema), lo que complicaría la provisión de insumos para la agricultura y la ganadería y repuestos para maquinaria e industria, .
  • Autorizar sin restricción las importaciones en el segundo semestre, dado que el pago de las mismas le cae al nuevo gobierno.
  • Sacar varios dólar soja (y en otros productos) antes de fin de año para “vaciarle” de granos la caja al próximo gobierno.
  • Tomar créditos en pesos y dólares, a cualquier tasa, a pagar en años venideros.

Podemos llamarlo bomba o postergación de problemas sin medir las consecuencias. Pero que las hay, las hay.

NEGOCIO AGRÍCOLA

Los productores agrícolas ya comienzan a trabajar en la nueva campaña 2023/2024. Los valores de los arrendamientos son todavía una incógnita. A priori podría estimarse una potencial baja del valor de los mismos debido a los malos resultados productivos, a la menor liquidez del mercado y a la incertidumbre acerca del precio de los insumos y su disponibilidad (por restricción de importaciones). Pero a esto se contrapone que en general nadie quiere desprenderse de un campo por ser un recurso escaso, que la siembra se hará con un gobierno y la cosecha con otro, que los pronósticos climáticos marcan tendencia a un posible Niño y  la posibilidad que el nuevo gobierno cierre o disminuya la enorme brecha en el tipo de cambio es un aliciente para quedarse “dolarizado” en negocio agro, esperando un cambio positivo. Final abierto por ahora pero estamos casi seguros que las negociaciones este año se adelantarán. Respecto al valor de los insumos, ya se observan bajas en fertilizantes y en algunos agroquímicos que ayudarían a bajar un poco el costo directo. Pero con la amenaza latente de que “falten cosas”, tal como salieron los semilleros a anunciar respecto a la semilla de maíz. El equilibrio entre esperar un poco pero acelerar los negocios en los insumos más estratégicos parece ser lo razonable. Los precios de los granos siguen batallando entre los datos de oferta y demanda y los datos de la desaceleración de la economía mundial. El conflicto Rusia-Ucrania sigue siendo un disparador de volatilidad del mercado. El mercado local en cierta manera está divorciado del mundo,  por el impacto de potenciales medidas (posible dólar soja) y otras herramientas como el fideicomiso aceitero recientemente renovado. Este escenario. en combinación con la sequía mencionada (riesgo productivo) hace que existan muy pocas fijaciones físicas (forward) pre campaña si se compara con las de años anteriores. Todo lo anterior mantiene la recomendación que ya venimos haciendo:  altas posiciones de coberturas, flexibles, con bajo nivel de compromiso físico.

DÓLAR SOJA 3

Mucho se habla de la aplicación de un nuevo dólar soja, cuándo y cuántos habrá. Es importante entender, si se descarta una devaluación antes de fin de año, que el dólar soja comienza a competir con la expectativa del posible achicamiento de la brecha cambiaria que  haría el nuevo gobierno. Para ponerlo en blanco sobre negro: ¿Espero un dólar soja post mayo o espero un achicamiento de la brecha cambiaria, hoy en el 100%, a partir de diciembre? Esta pregunta no es solo para quienes van a tener soja, sino para quienes van a cobrar/pagar arrendamientos.

Es interesante analizar qué está viendo el mercado, dónde se pierde o se gana dinero tomando posiciones sobre el rumor. Hoy existe una “atípica” evolución del pase entre la cotización de la soja mayo 23 y Julio 23 en el Mercado a Término (diferencia entre dos cotizaciones futuras atribuible a costos de almacenaje y financieros). Más allá del valor de la soja, el 20 de enero esa diferencia era de 3 U$S/Tn, el 13 de febrero el pase fue máximo y se ubicó en 26.8 U$S/tn y al escribir este informe el 17 de febrero la diferencia fue de 15 U$S/tn. La pregunta es… ¿por qué? ¿Qué está viendo el mercado en una campaña “falta de producción” donde la lógica debería ser que el pase sea bajo? El mercado está viendo que sobre la cosecha se aplicará un nuevo  “dólar soja”, sin poder determinar si será mayo o junio, pero antes de julio. Si por alguna razón existiera incertidumbre sobre cuándo se aplicaría (o si se aplicaría), el mercado debería achicar o disminuir dicho pase.Un indicador a seguir.

GRIPE AVIAR

Argentina detecta nuevos casos de gripe/influenza aviar. Según Senasa el último caso fue detectado en Villa Cañas (Santa Fe), luego de los casos detectados en Laguna de Pozuelos (Jujuy), Laguna las Mojarras (Córdoba) y Alejo Ledesma (Córdoba).

https://www.argentina.gob.ar/noticias/influenza-aviar-nueva-deteccion-en-aves-de-traspatio-en-la-provincia-de-santa-fe

Como una forma de empezar a interactuar con las herramientas que brinda la inteligencia artificial decidimos plantearle a la plataforma Open AI (Chat GPT) la premisa “Impacto económico de la gripe aviar”, y esto fue lo que contestó:

La gripe o influenza aviar puede tener un gran impacto económico, tanto en la industria avícola como en la economía en general. Cuando hay brotes de gripe aviar, los países pueden imponer restricciones a la importación y exportación de aves y productos avícolas para evitar la propagación del virus, lo que puede tener un impacto significativo en el comercio internacional y en la economía de los países productores y exportadores.
Además, la enfermedad puede tener un impacto negativo en la producción y la productividad de las granjas avícolas, lo que puede llevar a pérdidas económicas importantes para los productores. En términos de la economía global, la gripe aviar puede tener un impacto en la seguridad alimentaria y en los precios de los alimentos, especialmente si hay una reducción en la oferta de carne y huevos de aves debido a la enfermedad. 

NEGOCIO GANADERO

Crónica de un aumento anunciado. Luego de meses de no subir, los precios de la hacienda subieron. Todavía falta, pero subieron. Sobre todo, aumentó el valor del novillo, pasando de unos 300 $/kg a unos 480 $/kg, en un rally alcista de 45 días. Respecto a un año atrás significa un aumento de un 90% estimado. Las vacas gordas o manufactura subieron menos, entre 50% y 60% respecto a enero de 2022, bastante menos que la inflación. Las categorías de cría todavía rezagadas, con un ternero que venía con 380 $/kg y pasó a cerca de 500 $/kg (contra enero 2022 subió menos del 60%) y un vientre preñado que pegó un salto no mayor al 40% respecto a lo que se venía viendo en el último trimestre. Primera conclusión: todavía veremos aumentos nominales de precios, porque el atraso sólo se corrigió en parte. Para los que puedan esperar, puede haber premio. La relación de precios ternero/novillo hoy muy favorable al comprador. Estos cambios de precios obedecerían, por un lado, a una menor oferta debido a algunas lluvias que modificaron las expectativas de producción de pasto, y por el otro a un mercado internacional que se entonó, tanto en el mercado europeo (Hilton y otros), el de Estados Unidos y el de China. Seguramente hay otros factores jugando porque la ganadería tiene una oferta atomizada que surge de realidades empresarias de todo tipo. Pero vale recalcar: los precios siguen atrasados contra la inflación general y contra la inflación de costos de producción ganadera. Estos cambios de precios pusieron nervioso al gobierno, porque parte del aumento se trasladó al mostrador y pegó en la inflación (un 10% de aumento representa casi un punto en el índice de inflación). Segunda conclusión: desde el Ministerio de Economía sacaron, a las apuradas, distintas medidas (restricción de exportaciones, estímulo fiscal a carnicerías y a consumidores, etc) sobre las cuales no vale la pena entrar en detalle. Porque son más o menos las mismas que históricamente hacen los gobiernos populistas para mostrar que “algo” están haciendo. A veces tienen éxito por unos días, pero luego el mercado muestra la realidad y a mediano plazo todos pierden. Va a volver a pasar. Pero en el corto plazo los ganaderos, que han resistido un año difícil con sequía, precios bajos y costos altos, necesitan y esperan revancha. Empresario ganadero, un animal resiliente a mil batallas.

NEGOCIO LECHERO

El precio de la leche Siglea en enero fue de 69,98 $/litro (1007,88 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento del 5,4% respecto a diciembre. Y respecto a un año atrás la leche subió casi un 93% y los sólidos algo más del 95%. Palo a palo con la inflación general, pero perdiendo con la inflación de costos de producción. El precio de la leche medido en dólares es de 0,36 u$s/litro, un valor históricamente alto pero que muestra en gran parte el atraso cambiario. Además el plazo habitual para el cobro de la leche vendida va de los 30 a los 45 días de promedio (llega a 60 días en algunos casos), lo que implica una erosión real del precio de entre el 5% y el 10% en su capacidad de compra. Parece que las principales industrias estaban dispuestas a aumentar más el precio al productor pero el gobierno les dijo algo así como “por este mes con la suba de la carne tenemos suficiente daño” y logró moderar el impulso. Decisiones tomadas por gente que nunca puede entender el impacto de esas arbitrariedades en el flujo de fondos de una empresa. Ignorancia, prejuicios e intereses mezquinos. Cuesta que salga algo bueno de ese cóctel. Porque con todas las intervenciones, igual el precio de los lácteos al consumidor en doce meses fue superior al 110%. Mientras, la sequía se aplacó en algunas zonas, pero aún hace daño y ofrece menor oferta forrajera y obliga a mayor suplementación externa. La amenaza de otro episodio de dólar soja para marzo o abril está latente, lo que implica más costos de alimentación y a veces de arrendamiento. Se revisa la estrategia productiva, la carga animal y el planteo alimenticio para el 2023. Fueron meses duros los últimos y ahora se espera una leve recuperación de la rentabilidad sumado a un cierto alivio en lo financiero, pero entendiendo que la crisis no está superada. Algunos tambos no resistieron y salieron del negocio. La producción de leche a nivel país está estancada y es razonable que así sea, ante los estímulos “poco estimulantes” del entorno. Y recordar que esta actividad también paga derechos de exportación. Uff.